lunes, 6 de agosto de 2012

Los grandes momentos de la vida están llenos de preguntas.Los grandes encuentros de la vida están llenos de interrogantes.Cuando llega el gran momento uno cree haber contestado todas las preguntas. Cree estar listo.Ya en ese momento uno cree tener las respuestas y acciona. Pero siempre surgen nuevos interrogantes.Qué, cómo, cuándo, dónde y por qué. Eso es lo que siempre nos preguntaremos.¿Importa dónde estamos? ¿Hay que tener una razón para hacer todo lo que hacemos? Vivimos deteniéndonos con preguntas. ¿A dónde vamos? ¿Cuál es el camino? ¿Qué sentido tiene todo? Nos llenamos de preguntas. ¿Y si no llego? ¿Y si no te encuentro? ¿Y si te pierdo?

¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? Todas las preguntas tienen la misma respuesta. ¿Qué es esto? Un viaje. ¿Cómo llegué acá? Viajando. ¿Cuándo? Durante el viaje. ¿Dónde estoy? En el viaje. ¿Por qué? Por el viaje. De regreso a casa, a la luna, al centro de la tierra o al interior de uno mismo. Todo es un gran viaje, en el que sabemos de dónde partimos, pero no a dónde llegaremos. Y eso, es lo más divertido del viaje.

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Las alas de los angeles

Un día un ángel se arrodilló a los pies de Dios y habló:

-Señor, visité toda tu creación. Estuve en todos los lugares. Vi que eres parte de todas las cosas. Y por eso vine hasta Ti Señor para tratar de entender. ¿Por qué cada una de las personas sobre la tierra tiene apenas un ala? Los ángeles tenemos dos. Podemos ir hasta el Amor que el Señor representa siempre que lo deseamos. Podemos volar hacia la libertad siempre que queramos. Pero los humanos con su única ala no pueden volar. No podrán volar con apenas un ala.


Dios respondió:


-Sí, ya se eso. Sé que hice a los humanos solamente con un ala.


Intrigado el ángel quería entender y preguntó:


-¿Pero, por qué el Señor dio a los hombres solamente un ala cuando son necesarias dos alas para que puedan volar?


Sin prisa, Dios respondió:


-Ellos si pueden volar, mi ángel. Di a los humanos una sola ala para que ellos pudiesen volar más y mejor que nuestros Arcángeles... Para volar, mi pequeño amigo, tu precisas de tus dos alas... Y aunque libre, tú estas solo... Más los humanos... Los humanos con su única ala precisaran siempre dar las manos a alguien a fin de tener sus dos alas. Cada uno ha de tener un par de alas... Cada uno ha de buscar su segunda ala en alguien, en algún lugar del mundo... para que se complete su par. Así todos aprenderán a respetarse y a no quebrar la única ala de la otra persona porque pueden estar acabando con su oportunidad de volar. Así mi ángel, ellos aprenderán a amar verdaderamente a la otra persona... Aprenderán que solamente permitiéndose amar, ellos podrán volar. Tocando el corazón de otra persona, ellos podrán encontrar el ala que les falta y podrán finalmente volar. Solamente a través del amor podrán llegar hasta donde estoy... Así como lo haces Tú, mi ángel. Ellos nunca, nunca estarán solos al volar.

QUERETE

No te aferres a nada ni a nadie, todo lo que necesitas está en ti.
Quiérete, mímate y acéptate como eres, agradece la oportunidad que tienes de ser tú mismo.